Uruguay es conocido mundialmente, de forma mayoritaria, por el fútbol, y a partir de ello se ha creado una convicción social de que el uruguayo sienta que sólo en el fútbol puede ser competitivo a escala mundial, afirmó el sociólogo Rafael Bayce, para este informe de FM Gente sobre lo que está viviendo el país con el mundial.
“El Uruguay es un país que se conoció mundialmente a partir del fútbol; Uruguay era conocido por algunos pianistas, algunos pintores”, todos destaques en planos culturales, dijo.
Aseguró que “Uruguay figura en el mapa a partir … del fútbol”, repitió que “inicialmente Uruguay existe en el mundo por el fútbol, y el orgullo del fútbol es de las pocas cosas que el Uruguay considera que puede ser competitivo con otros, entonces se vuelve un objeto de orgullo nacional”.
LA HAZAÑA AGRANDA LA CREENCIA
Bayce prosiguió en su análisis observando que ese orgullo “con el tiempo se va agrandando a partir de las distintas hazañas periódicas que van como renovando la esperanza del uruguayo de que el fútbol lo va a salvar del anonimato mundial”.
“Y va a conseguir que sean mejores que otros, cosa que en general no puede hacer en ningún otro aspecto de la vida”, opinó.
Ubicó en “el prestigio mundial del fútbol actual (…) más la importancia que tiene para el Uruguay, hacen que en Uruguay el fútbol sea un fenómeno absolutamente excluyente y que sociológica y antropológicamente no me llama nada la atención que así sea”.
“Sólo por un tiempo vamos a creer también que la gente se va a olvidar de cómo vive, de todo lo que le pasa internamente por el hecho de ser campeón”, anotó.
Prosiguió con que “si así fuera, el Uruguay no tendría una historia sindical, ni una historia de protestas sociales, ni una historia de queja política, ni una historia de alternancia de los partidos en el poder”.
“Simplemente, se hubiera contentado con ser campeón y disfrutar todo los campeonatos mundial y de clubes que se han disfrutado desde el año 24 hasta hoy; y lo mismo Brasil”, avanzó.
Afirmó que en Brasil, “si no fuera por los campeonatos mundiales que tiene no tendría indignados jóvenes que sacuden el país, ni huelgas oportunistas antes de empezar el campeonato de las instituciones que van a estar en juego, como la seguridad pública y el tránsito en los subtes”.
“¿Se puede olvidar de sus problemas consistente y duraderamente a partir de los resultados del fútbol? Eso de ninguna manera”, se interroga y contesta.
EL SER EN JUEGO EN CADA RESULTADO
Bayce expone que los uruguayos “depositan el orgullo colectivo, (y) el ser en el mundo del uruguayo está en juego a partir del fútbol y de cada resultado”.
“Entonces, es el país del mundo seguramente junto con Brasil y con Argentina que eso más pasa; yo creo que en Italia también, y en España; los cinco países del mundo en que un resultado afecta a toda la sociedad”, interpreta.
Piensa que “un resultado favorable o negativo cambia totalmente el talante social de toda la vida pública, de la vida interpersonal, en algunas familias, el clima en un ámbito laboral cambian absolutamente a partir de un resultado de la selección uruguaya”.
El sociólogo, que respondió a esta entrevista en las horas previas a que Uruguay se jugara su continuidad en el mundial frente a Italia, dijo que si se lograba el triunfo “va a ser impresionante”.
“¿Por qué? No tanto por pasar a la serie que hubiera sido moderadamente festejado, pero pasar la serie en las condiciones que van a pasar, después de haber perdido un partido que los ponía en la obligación de ganar obligatoriamente los dos partidos”, analizó.
Y avanzó: “De manera que lo que era una clasificación que no se consideraba una hazaña, ahora pasa a considerarse una hazaña, una proeza, y un blasón nacional, y se concentra solamente en la gloria inexplicada de la posibilidad de ganarle consecutivamente a dos gigantes”.
“Se olvida de la enorme falla del carácter uruguayo que explica el jugar mal con los equipos que no son muy buenos, y la tapa con la gran virtud de poder jugar bien los partidos con responsabilidad extrema”, redondea.
A partir de allí juzga que “es una virtud que tiene como contracara que el Uruguay es el equipo que menos puntos saca contra equipos relativamente débiles o no tan fuertes como lo esperado; los demás equipos del mundo, en general, sacan más puntos que el Uruguay contra los equipos que son considerados débiles”.
EL FÚTBOL Y SUS PARTICULARIDADES
Bayce reencauza su reflexión a otros aspectos. Señala al fútbol como un deporte particular que no se parece a ningún otro, lo que también ayuda a su popularidad mundial actual.
“En primer lugar, es un deporte que se practica con mucha más facilidad que otros, que cualquier persona puede, en una playa, en un campito, con dos piedras o montoncitos de arena y una pelota de cualquier tipo, jugar al fútbol”, comienza.
Afirma que no se puede hacer lo mismo en ningún otro deporte que exige condiciones especiales de quienes lo practican.
“Es un deporte que puede ser practicado por cualquiera, y desde ahí se va generando progresivamente una elite de jugadores a la que no llega cualquiera, pero el deporte puede ser compartido por varios” dijo.
Y apuntó otro factor: “Es un deporte con un contenido de expectativa contenida”. En el fútbol, el gol es un fenómeno generalmente escaso y eso tensa hacia el desenlace del resultado. En todos los demás deportes las alternativas ponen arriba y abajo a quien finalmente gana, pero también a quién pierde.
Producción: Fiorella Galeotti