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El caso ocurrió en Aiguá. 90 kilómetros al norte de Maldonado. Un vecino de esa localidad se presentó días pasados en la Seccional 8ª de policía para denunciar que una vivienda de su propiedad había sido ocupada por un hombre.

De la comisaría se dispuso enviar de inmediato personal policial para comprobar la denuncia. Una vez en el lugar no sólo constataron la presencia de un hombre que se había instalado en una casa ajena deshabitada, sino la existencia de bienes presuntamente robados.

Se detuvo al hombre y se incautaron los efectos presuntamente robados, y se marchó con todo a la comisaría.

Una vez en la sede policial de Aiguá se procedió a identificar al hombre, V.P.V., de 18 años de edad, quién poseía hasta el momento un prontuario completamente limpio de cualquier delito.

Revisadas las denuncias de robos en los últimos días se comprobó que los efectos incautados en la vivienda usurpada coincidían con los sustraídos en sendos hurtos denunciados el pasado jueves 27 de marzo en la zona.

Como consecuencia de las evidencias y de los interrogatorios, la investigación avanzó naturalmente al conocimiento de que había una segunda persona involucrada en los robos. Se lo fue a buscar, se lo detuvo y se lo llevó a la sede policial. Se le identificó como C.P.C., también carente de antecedentes penales.

LOS PROCESAMIENTOS

La juez en lo Penal de San Carlos que tomó intervención en el caso se pronunció en las últimas dictando el procesamiento de V.P.V. como autor de un delito de hurto agravado por la pluriparticipación en grado de tentativa (se recuperaron los efectos robados), en régimen de reiteración real, con un delito de usurpación, referida a la toma de una vivienda ajena para uso propio.

La magistrado procesó también a C.P.C. como autor de tres delitos de hurto, uno de ellos agravado por ser sobre cosas expuestas al público, y otro agravado por la pluriparticipación, este último en grado de tentativa (se recuperaron los efectos robados), todo en régimen de reiteración real.

La magistrado valoró más importante la condición de primarios de los dos procesados, por lo que les eximió a ambos de cumplir con la prisión preventiva, pese a la gravedad de los delitos de los que se les acusa.

Les impuso, en cambio la obligación de concurrir ante la autoridad policial más próxima a sus domicilios tres veces por semana, en horario nocturno, por el lapso de 60 días.

Estas medidas sustitutivas de la prisión preventiva hacen suponer que el usurpador de la vivienda tiene domicilio y usaba la casa que había ocupado y que disparó la intervención policial en este caso, como lugar para esconder el producido de los delitos.