Dos adolescentes y un hombre fueron procesados en las últimas horas. Su pasión común son las motos ajenas, cada uno desde un interés distinto. El mayor y uno de los menores fueron procesados por receptación, y el otro adolescente por hurto, informó la policía.
Personal de la dirección de Investigaciones que el lunes 16 realizaba patrullaje por Maldonado, vio a dos muchachos en moto por la zona de boulevard Artigas.
Los chicos se desempeñaban sin la menor precaución de llamar la atención por lo que estaban haciendo: circulaban a alta velocidad, se desafiaban por tramos uno al otro en picadas de corto recorrido, realizaban maniobras peligrosas como para demostrar su habilidad sobre las motos.
Cuando se intentó detenerlos emprendieron la fuga. Se les siguió hasta que se detuvieron en el cruce de Calle 12 con Arturo Santana, donde había otras personas, aparentemente conocidas de los dos muchachos.
Los policías aprovecharon que los muchachos bajaron de las motos para detenerlos. Resultaron ser dos jóvenes de 16 años de edad cada uno. Se incautaron las motos, una Baccio roja, y una Yumbo negra, ambas carentes de matrícula y plásticos.
Se pudo establecer que las dos motos estaban denunciadas como robadas en jurisdicción de la Seccional 1ª de policía, en el centro de Maldonado, una el viernes 30 de mayo, y la otra este mismo lunes 16 de junio.
Se llamó a las personas que habían realizado las denuncias para que se presentaran en la comisaría donde se les exhibió las dos motos. Pese a las modificaciones que ya le habían realizado los muchachos, las reconocieron sin dudas como de su propiedad.
Con estos elementos a la vista la juez letrado de 4º turno se pronunció dictando el procesamiento de F.S.B. (iniciales de nombre y apellidos), de 29 años de edad, como autor de un delito de receptación, delito de poseer un bien robado o mal habido para sacarle un provecho propio o para una tercera persona.
Teniendo en cuenta que el acusado carecía de antecedentes penales, la magistrado dispuso que no perdiera su libertad pero queda a la espera de que se complete el proceso judicial.
La juez decidió iniciar proceso como adolescente infractor (equivalente al procesamiento en los mayores), a uno de los menores como autor de un delito de receptación, y al otro como practicante de un delito de hurto.