Nueva York tiene una característica que muy pocas otras ciudades del mundo ofrecen: el visitante la puede descubrir desde la mirada que le apetezca. La cultura, la economía, las finanzas, las costumbres, los monumentos, la vida en zonas específicas, el atisbo étnico, sociológico, o un rasgo distintivo según el origen del mismo viajero.
La oportunidad es todas las oportunidades. Ese es el concepto que encierra la diversidad de la oferta de una urbe como Nueva York.
Por eso, si hay que elegir cómo escoger qué visitar y ver en Nueva York, es más simple hacerlo del lado de la oferta, que de la demanda. Es decir, ver las características que dan una personalidad distinta a cada uno de los condados, en lugar de atender lo que puede querer ver el viajero que llega.
El aterrizaje del avión en el aeropuerto John F. Kennedy, o el La Guardia, pone al viajero en Queens, uno de los cinco condados en los que se divide el territorio de Nueva York.
Los otros cuatro, el Bronx, Brooklyn, Manhattan, y Staten Island, albergan cada uno sus propias características que les hacen particulares respecto a los demás.
Los 22 millones de personas que viven en el área metropolitana de Nueva York, fluyen hacia esos condados cada día para volver a iniciar sus rutinas. Hay 8,4 millones de personas que viven de forma permanente en Nueva York.
LA DIVERSIDAD COMO DISTINTIVO
Pero Nueva York no tiene el atractivo mundial que posee sólo por el dato cuantitativo de su población, ni siquiera por la multiplicidad étnica de sus habitantes. Es esa misma diversidad la que construyó un estilo de vivir la vida en Nueva York que no tiene réplica en ninguna otra ciudad del mundo.
Y es lo que esa misma vida interior de Nueva York genera, lo que se multiplica en mensajes que llegan al resto de los habitantes del mundo como modelo que la convierte en imán para continuar atrayendo visitantes y habitantes. La diversidad se convierte en Nueva York en su mejor distintivo.
QUEENS
Queens es el condado de todo Estados Unidos que presenta la mayor diversidad étnica. Tiene una población de 2,3 millones de personas que le convierte en el segundo distrito más poblado de Nueva York, y es el distrito metropolitano más extenso de los cinco que componen la ciudad.
Alberga a los dos aeropuertos de Nueva York, el JFK y el La Guardia, característica que no tiene ningún otro condado de la ciudad. Y, junto a que Queens adopta así la imagen de puerta de entrada y salida de Nueva York para el resto del mundo, ese mismo resto del mundo ha convertido a este condado en el de mayor diversidad étnica de Estados Unidos.
Es sede de los míticos Mets, uno de los más famosos equipos de beisbol del planeta, alberga al Centro Nacional de Tenis de los Estados Unidos que organiza cada año el Abierto de Tenis que convoca a los mejores jugadores del mundo.
Entre las recomendaciones clásicas para ver en Queens se cuentan la casa de Louis Amstrong, la ruta del Jazz de Queens, Rockaway Beach, el Centro de Arte Contemporáneo, el Parque Escultórico Sócrates, Museo de Arte de Queens, Museo de la Imagen y el Movimiento, Museo Jardín Isamu Noguchi, los estudios Silvercup, y el City Field Stadium.
O se puede salir a disfrutar con tiempo las calles de los distintos barrios de Queens, Astoria, Jackson Heights, Long Island City, Flushing, Jamaica, y Rockaway Beach. Dicen que los habitantes de Queens se identifican mucho más con sus barrios de residencia, que con el distrito que estos integran.
Queens tiene adherida la calificación de vecindario dormitorio, es la periferia de Nueva York, pero muchas personas aseguran que va en vías de convertirse en el nuevo Brooklyn de la gran manzana.
BROOKLIN, LA CIUDAD
El distrito de Brooklin presenta en su pasado una particularidad que ninguno de los otros cuatro puede exhibir: hasta 1898 fue una ciudad independiente. Es que ese orgullo de pertenencia de los actuales más de dos millones de habitantes, es distinto al de los otros distritos de Nueva York.
El nombre le fue puesto como un homenaje a la ciudad holandesa Breukelen, pero es un recordatorio de que antes de ser un territorio británico, era un asentamiento neerlandés. La misma Nueva York estuvo bajo el dominio holandés, y se llamó Nueva Amsterdam.
Los habitantes de Brooklyn recomiendan visitar Bedford Stuyvesant donde existe concentrada una población con ascendencia afroamericana; Brighton Beach, popularizado por las películas Pequeña Odesa que resaltan el arraigo de la cultura rusa y ucraniana en la zona.
Una comunidad italiana llegó y se arraigó en Brooklyn, y se estableció en los barrios Bensonhurst y Bay Ridge, que mantienen las características que les identifican con mayor claridad. Bunsonhurst y Bay Ridge se diferencian de otros dos barrios de asiento de italianos en Nueva York, como Manhattan y Pequeña Italia, en que estas se han abierto completamente al turismo, mientras que los dos barrios de Brooklin están aferradas a las costumbres y ritmo de vida de cuando fueron fundados.
LA CRISIS LOS CORRE DE MANHATTAN
Miles de jóvenes huyeron de Manhattan en los últimos años. El motivo es que no pueden pagar la renta de las viviendas que ocupaban, y buscan precios más bajos sin retroceder en las condiciones de vida.
Brooklyn les ofrece menor afectación a mostrar vidas exitosas, alto poder adquisitivo, y una vida glamorosa que muchos ya no pueden sostener. Además, Brooklyn no atrae tanto turista como Manhattan, y les ofrece una mayor tranquilidad.
Esta movilidad de la población joven ha generado un verdadero refresco de la vida de Brooklyn, y una señal de ello se percibe al pasear por los lofts de Dumbo, o ir a la noche a Williamsburg o Greenpointe, y verlos interactuar.Hay quienes sostienen que la nueva movida cultural de Nueva York se está instalando en Brooklyn.
MANHATTAN ES NUEVA YORK
Manhattan es mucho más que las derribadas torres gemelas, que el World Trade Center, que el Empire State y su mirador, que la vida glamorosa de muchos de sus habitantes, al punto que hay quienes aseguran, tajantes, que esa isla es Nueva York. Los más osados afirman que quienes llegan y no visitan Manhattan, no podrán decir que estuvieron en Nueva York.
Sin discusiones, Manhattan es el corazón financiero, ya no de Estados Unidos, sino del mundo. Allí también están indiscutiblemente enraizadas las mejores expresiones culturales de la gran manzana.
Desde Inwood, el barrio más al norte de Manhattan, a Southen Tip, el más austral, corren 21,5 kilómetros de distancia y una oferta tan grande como diversa para los visitantes a sus más de 50 barrios.
Seguramente no habrá que explicar mucho mencionando que en el corazón de la isla domina el Central Park, el parque más extenso de Nueva York. Otros barrios no necesitan ser presentados; basta mencionar algunos de sus nombres: Wall Street, Chinatown, SoHo, Greenwich Village, Medical City, o Harlem.
Una de las mayores atracciones de Manhattan para los turistas es que cada uno de sus más de 50 barrios representa una cultura distinta, lo que se manifiesta en la lengua que se habla mayoritariamente en ellos, en su comida, y en el origen de los habitantes permanentes.
Una particularidad de Manhattan para un turista proveniente de Uruguay es que tiene una población parecida a la de Montevideo. Viven 1,3 millones en Montevideo, y 1,6 millones en la isla. Pero la superficie de Manhattan (87,5 kilómetros cuadrados), es menos de la mitad que la de Montevideo (200 kilómetros cuadrados).
Uno de los íconos emblemáticos de Manhattan es el puente de Brooklyn, que la une con ese otro condado, una estructura de hierro colgante construida entre 1870 y 1883, que fue popularizada por muchas películas, series de televisión, y fotografías.
Los rascacielos más altos de Nueva York, y la mejor vista de la ciudad sobre la estatua de la Libertad, son otros de los privilegios distintivos que ofrece Manhattan.
STATEN ISLAND
La mejor forma de ubicar a Staten Island sin caer en la descripción más peyorativa para uno de los cinco condados de Nueva York, es que está a 25 minutos en el ferry que sirve desde el sur de Manhattan.
Muchos minimizan la personalidad de este condado neoyorkino al describirlo como un barrio dormitorio, en alusión a que la abrumadora mayoría de su población son trabajadores que se ganan la vida cada día en Nueva York.
Otros, más crueles, afirman que el mejor paisaje que ofrece Staten Island, es la vista de las barcazas que trasladan la basura de Nueva York hasta Delaware. Quiénes creen en estas verdaderas descalificaciones de Staten Island, se perderán de conocer un lugar singular de Nueva York que tiene su propia personalidad.
Su superficie es de 265,5 kilómetros cuadrados, tres veces más que la de Manhattan, pero es 1,7 veces menor que la de Queens, apenas superior a los 251 kilómetros cuadrados de Brooklyn, y es 1,7 mayor que los 148,7 kilómetros cuadrados del Bronx.
Staten Island se llamó Richmond hasta 1975, período en el que ha ido reforzando su identidad. Por ejemplo, no tiene los sistemas de transporte de los otros condados, en particular, las líneas de subterráneos, pero ha desarrollado una red de ómnibus en su territorio que son verdadera envidia de cualquier lugar.
Han aparecido voces que le dan sentido a ese desarrollo silenciosos, como la de muchos urbanistas que advierten que en su extenso territorio está el verdadero futuro de Nueva York.
Una de las cosas que hacen única a Staten Island, es que aparte de tener el puente más largo de Estados Unidos, el Verrazano-Narrows, este es el punto de partida cada año de la maratón de Nueva York.
Tiene un ferry gratuito a la estatua de la Libertad, que sale cada 30 minutos, y dan otro particular atractivo a pasar por su territorio.
BRONX
Si hubiera que mencionar un rasgo distintivo del Bronx, es que se trata del condado menos preparado para recibir el turismo. Es más, su territorio y sus habitantes parecen decirle al turista que llega hasta allí que no les importa que le hayan visitado.
Es el más boreal de los cinco condados que componen Nueva York, y tiene una población de 1,4 millón de habitantes. Allí se afincó la primera colonia de europeos, a mediados de 1600, cuando llegó la primera Compañía Holandesa de las Indias Occidentales.
Hasta fines del siglo XIX no fue más que una zona dominada por granjas y edificios de apartamento. El ordenamiento edilicio del Bronx es bastante determinado. Al norte se acumulan barrios residenciales de clase media trabajadora, como Riverdale, Spuyten, Duyvil, o Woodlawn.
Los barrios de las clases de menor poder adquisitivo, Throgs Neck, Parchester, o Co Op City, están agrupados al este del condado.
La caricatura del Bronx violento es justificada por los barrios del suroeste, Morrisania, Mott Haven, Morris Heights, donde se encuentran concentrados los registros más alarmantes de abuso y tráfico de drogas, criminalidad en todas sus formas, y la pobreza extrema sometiendo a la mayoría de sus habitantes. Ningún operador recomienda a los turistas visitar esta zona del Bronx.
Pero el Bronx se reivindica para el turismo con City Island, un barrio similar a un pueblo de pescadores de la Nueva Inglaterra, donde existe una oferta gastronómica basada en los frutos del mar difícil de ser encontrada en otros lugares.
Íconos turísticos del Bronx son el Yankee Stadium, el Museo de las Artes, el Jardín Botánico, o el Salón de la Fama de estadounidenses ilustres.
La cantante Donna Summer, sintetizó en una frase lo que es Nueva York, sobre todo, comparada con el glamour de Los Angeles. “A veces me aburro de ver las calles tan lindas de Los Angeles…Sé que suena raro, pero a veces quiero ir a Nueva York y ver a la gente sufrir.”
Drástico elogia a una ciudad que por sobre todo, es la gente que la habita, la visita, y la extraña.