Un hombre de 29 años de edad, que extorsionaba a algunas personas mediante mensajes de texto, fue capturado y enviado a prisión. El hombre carecía de antecedentes penales. Le ubicaron investigando sus amenazas a un ciudadano extranjero que reside en Maldonado y que trabajaba junto a Carlos Páez Vilaró. La extorsión provenía de Santa Lucía, informó la policía.
Un ciudadano extranjero se presentó el lunes 24 de febrero ante la Policía de Maldonado para establecer la denuncia. Dejó constancia de que estaba recibiendo amenazas de muerte si incumplía con una exigencia de entrega de una suma de dinero establecida por el remitente.
El denunciante aportó el número de teléfono móvil o celular del que provenían las amenazas. Se encargó a personal de la dirección de Investigaciones realizar la pesquisa.
La información policial dice que los investigadores supieron que el extorsionador era un hombre que vivía en la ciudad de Santa Lucía, Canelones. La residencia fue allanada y los agentes deturiveron al propietario, M.B.S. de 29 años de edad.
El hombre, que carecía de antecedentes policiales, fue trasladado a Maldonado para terminar de ser interrogado. No admitió que era quien amenazaba al vecino extranjero si no le entregaba una suma de dinero determinada y confesó, además, que había hecho lo mismo tiempo atrás con un ex patrón.
El delincuente relató que había tomado el número telefónico del auto de su víctima el día del sepelio de Carlos Páez Vilaró. Detalló que el vehículo estaba en venta y tenía el número del propietario a la vista.
EXTORSIÓN
La juez en lo Penal de 2º turno de Maldonado que tomó el caso, se pronunció en las últimas horas dictando el procesamiento de M.B.S. como autor de un delito extorsión.
El artículo 345 del Código Penal establece que incurre en el delito de extorsión “el que con violencias o amenazas, obligare a alguno a hacer, tolerar o dejar de hacer algo contra su propio derecho, para procurarse a sí mismo o para procurar a otro un provecho injusto, en daño del agredido de un tercero”. Agrega que “será castigado con cuatro a 10 años de penitenciaría”.
Pese a la condición de primario del acusado, la juez ordenó que M.B.S. pasara de inmediato a cumplir con prisión preventiva mientras la instancia judicial se completa con una sentencia que defina con absoluta precisión el delito cometido y el tiempo que deberá estar privado de su libertad.