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Una mujer mayor llegó a una farmacia ubicada sobre avenida Roosevelt, en Punta del Este. Iba conduciendo su propio vehículo, bajó, y procedió a mirar la mercadería que estaba en exposición.

Escondió entre sus ropas varios artículos. En determinado momento se le cayeron dos productos de maquillaje, por lo que quedaba en evidencia lo que trataba de hacer.

Se trasladó hasta la caja y pretendió pagar por esos dos productos únicamente. La cajera le pidió que pagara o devolviera el resto de los productos que había escondido entre sus ropas.

La mujer se negó a hacerlo. También se negó a esperar que llegara la policía. Simplemente se subió a su auto y se marchó del lugar.

Una empleada de la farmacia tomó los datos de la placa matrícula del vehículo. Se procedió a llamar al 911 para avisar de la situación.

Personal de la brigada de Hurtos de la Seccional 10ª fue dispuesto a trasladarse hasta la farmacia e iniciar la investigación del caso.

Cuando los policías recibieron toda la información sobre lo ocurrido y los detalles accesorios, como la descripción de la perpetradora y los detalles de la placa matrícula del auto en el que se fue, entendieron que el caso era de fácil resolución.

Los datos de la placa matrícula del auto llevaron a los policías hasta la propietaria del vehículo. La fueron a buscar y la condujeron en averiguaciones a la comisaría.

Se la identificó como M.O.C. (iniciales de nombre y apellidos), de 53 años de edad, sin antecedentes penales. En los interrogatorios la mujer se hizo cargo de lo ocurrido.

El caso se instaló en Penal 2º turno. El juez a cargo dispuso en las últimas horas el procesamiento de M.O.C. como autora de un delito de hurto.

El magistrado dispuso que la acusada no perdiera su libertad ambulatoria, pero le impuso como medida sustitutiva la obligación de presentarse tres veces por semana en la seccional policial de su domicilio y firmar un documento que deje constancia de ese trámite. Estas presentaciones deberá realizarlas en los próximos cinco meses.